En la época estival, cuando el calor aprieta duro, las galerías y centros comerciales se convierten en refugio para muchos por sus agradables temperaturas. Pero, ¿sabías que tienen un gran potencial de ahorro ya que son espacios que consumen grandes cantidades de energía durante largos periodos de tiempo y de un modo muy diverso (luz, agua, climatización)?
Los aspectos principales en los que debe centrarse un espacio comercial para ser energéticamente más sostenible son los siguientes:
- Emplear la energía de tal modo que se obtenga el mayor aprovechamiento posible para nuestras necesidades de calor, luz, electricidad, etc.
- Establecer buenas prácticas de sostenibilidad y respeto al medio ambiente para todos los implicados: clientes, trabajadores, proveedores, etc.
- Utilizar la fuente de energía más conveniente por precio, limpieza y seguridad.
Los beneficios que obtendrán también están claros:
- Reducción de sus costes, algo especialmente interesante en los últimos años con las subidas de precio de luz e hidrocarburos.
- Reducción de gasto energético y de la huella de CO2.
- Mejora de su competitividad, al aumentar la calidad de la estancia en su espacio y la disminución e riesgos.
- Mayor compromiso social.
La clave del éxito para diseñar planes integrales para la mejora de la eficacia energética es implicar a todos los niveles de gestión y todos los grupos de interés. Tras este paso previo es necesario diseñar un plan de gestión de la demanda de energía, climatización y electricidad y se buscarán posibles yacimientos de ahorro energético, realizando las auditorías necesarias. A partir de ello se instalan los sistemas energéticos inteligentes necesarios y se implanta un plan de reducción de huella de carbono. Otra buena solución es estudiar la integración de elementos de generación eléctrica renovable generalmente en la cubierta del edificio.También podemos instalar medidas de actuación concretas en los campos de la limpieza, la iluminación, climatización o en logística.