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Entrevistamos a José Juan Sanz y José Miguel Segarra, responsables del estudio 8b arquitectura y del proyecto y construcción de la Nueva Sede de la Agrupación Musical l’Amistat de Quart de Poblet. Este es un edificio muy singular, que se ha construido siguiendo el estándar Passivhaus de sostenibilidad, con la participación de Germanía Instalaciones y Servicios.

El edificio, que está en proceso de certificación, será el primer centro educativo de obra nueva con certificación Passivhaus que se construye en la Comunidad Valenciana. Como ya nos comentó el presidente de la A.M. L’Amistat en un post anterior, fue en 2016 cuando la Agrupación Musical contactó con el estudio 8b arquitectura. El estudio animó a la Agrupación Musical a realizar una apuesta pionera en su entorno, que fuera más allá de dar cumplimiento a las necesidades funcionales que tenía la Agrupación y a los requisitos exigibles por las normativas vigentes en aquel momento, y que fijara la vista en un horizonte de futuro en el que los edificios están pensados para cuidar del bienestar y la salud de las personas, a la vez que son respetuosos con el medio ambiente. Un futuro que hoy ya es posible alcanzar.

Fotografía de Raúl Juan Sorita

¿Qué retos ha supuesto para el equipo del estudio 8b arquitectura el proyecto y la construcción de este edificio?

José Juan Sanz y José Miguel Segarra nos explican que el primer reto al que debían dar respuesta fue el de INTEGRAR la nueva edificación dentro del centro histórico de Quart de Poblet, no sólo por tener que respetar las condiciones estéticas propias de un entorno con protección ambiental, sino además por una peculiaridad: la Comisión de Patrimonio Municipal obligaba a que, en este solar concretamente, el nuevo edificio reconstruyera fielmente la forma de la fachada de dos viviendas que antiguamente ocuparon ese mismo emplazamiento y que habían sido catalogadas por su valor patrimonial. Esta condición marcó el diseño exterior de la nueva Sede Social de la A.M. L’Amistat, que siendo un edificio innovador se integra hoy con respeto y en armonía en un contexto urbano consolidado, contribuyendo a su revitalización.

En segundo lugar estaba el reto de OPTIMIZAR el espacio disponible: dentro de un solar de escasos 240m² de superficie se ha dado cabida de forma ordenada y funcional a todas las necesidades de usos y espacios que la A.M. L’Amistat precisaba disponer: aulas, cabinas de ensayos, administración, una pequeña cafetería y quizá el elemento más difícil de encajar por las dimensiones exiguas del solar, una sala de ensayos para cerca de 100 músicos, que se ha situado en la planta sótano y que, al requerir ser un espacio libre de pilares, ha condicionado el diseño estructural de todo el edificio.

Fotografía de Raúl Juan Sorita

El tercer reto era la CALIDAD ACÚSTICA, precisamente porque el principal uso del edificio era el de Escuela de Música. Para resolverlo no basta con proteger a los edificios vecinos de los sonidos que se generan durante las clases y los ensayos, y de proteger a los usuarios del propio edificio frente a molestias acústicas externas o frente a interferencias entre los distintos usuarios simultáneos. Además, los espacios deben “sonar bien”. Así, por ejemplo, la A.M. L’Amistat necesitaba que la Sala de Ensayos que utilizaría la banda de música fuera, lo que se conoce como una “sala seca”: debía tener un tiempo de reverberación muy bajo de modo que se imitaran las condiciones acústicas que los músicos sienten cuando tocan al aire libre. En esta sala finalmente se ha conseguido una reverberación de 0,36 segundos para una frecuencia de 400 Hz, siendo la reverberación de 0,57 segundos para la frecuencia media entre 100 Hz y 5000 Hz, lo cual es todo un éxito.

Fotografía de Raúl Juan Sorita

Y el cuarto reto era el que siempre se plantea el estudio 8b arquitectura ante cualquier proyecto de arquitectura, ya sea de rehabilitación o de obra nueva: CONSTRUIR PARA EL FUTURO, es decir, hacer edificios que “se mantengan en forma” al menos durante sus próximos 50 años de vida útil, y eso nos explican, implica que sean mucho más CONFORTABLES y SOSTENIBLES de lo que hoy conocemos. Para que este edificio sea más confortable se han cuidado de forma exquisita que en su interior la temperatura, humedad, concentración de CO2, limpieza del aire, etc. se mantengan de forma constante en unos niveles óptimos para garantizar el bienestar de sus usuarios. Y desde el punto de vista de la sostenibilidad se ha apostado porque la demanda y consumo de energía de este edificio sea la mínima posible dentro de un esfuerzo económico racional, desde el convencimiento de que la energía más limpia es aquella que no hace falta si quiera consumir. Así, el estudio 8b arquitectura propuso en 2016 a la A.M. L’Amistat, que el nuevo edificio, que según la normativa entonces vigente podría haberse proyectado para obtener una calificación energética B, obtuviera una calificación A, lo que suponía una disminución de un 60% en su demanda de energía respecto a lo que era admisible, entrando de lleno en lo que se denomina “Edificios de Consumo Energético Casi Nulo”. De este modo el sobresfuerzo económico inicial que la A.M. ha realizado se verá compensado por la disminución de la factura energética del edificio, lo que en unos años generará ahorros económicos al promotor y un beneficio ambiental que se extenderá más allá de sus usuarios directos.

Y para asegurar que el reto de construir un edificio con excelentes condiciones de Confort y Sostenibilidad se alcanzara de forma objetiva y cuantificable, el estudio 8b arquitectura apostó por proyectar, construir y certificar la Nueva Sede siguiendo el estándar internacional Passivhaus.

Fotografía de Raúl Juan Sorita

¿Cuáles son las características del estándar Passivhaus?

Passivhaus es un estándar de construcción de edificios de alta eficiencia energética y nivel de confort interior, y además económicamente asequibles. Los arquitectos José Juan Sanz y José Miguel Segarra nos resumen cuáles son las 5 estratégias Passivhaus que se han aplicado en este edificio:

  1. Excelente aislamiento térmico. Utilizando en las partes ciegas de los cerramientos exteriores del edificio (fachadas, cubiertas, etc.) un nivel de aislamiento térmico adecuado al clima en que se construye, se reducen las pérdidas de calor en invierno o las excesivas ganancias en verano, disminuyendo significativamente las necesidades de calefacción y refrigeración y aumentando el confort térmico de los usuarios.
  2. Ventanas y puertas de altas prestaciones. Las mismas exigencias que se aplican a las partes ciegas de la envolvente del edificio, se extienden a las carpinterías y vidrios de puertas y ventanas del edificio. Desde un punto de vista térmico, las puertas y ventanas han sido tradicionalmente puntos de pérdida de calor y frío. Por eso utilizar materiales con las adecuadas prestaciones e instalarlos correctamente es clave para conseguir un edificio de alta eficiencia energética.
  3. Construir sin puentes térmicos. Se cuidan todos los detalles constructivos de forma que el aislamiento exterior del edificio sea continuo, sin presentar puntos débiles. Esto permite no sólo disminuir el consumo energético, sino que es clave para evitar patologías derivadas de las condensaciones, como, por ejemplo, los hongos nocivos para la salud, mejorando el bienestar y la salud de sus usuarios.
  4. Estanqueidad al aire. Se minimizan las infiltraciones y corrientes no controladas de aire en el edificio. En las construcciones tradicionales, estas entradas y salidas incontroladas de aire a través de juntas, grietas, etc. son muy evidentes por ejemplo en días de viento. Provocan de forma silenciosa la pérdida de las condiciones de confort interior de los edificios y los usuarios, para contrarrestarlas, terminan consumiendo más energía. Los edificios construidos según el estándar Passivhaus cuentan con una piel exterior con una alta hermeticidad al aire que redunda en el confort y la eficiencia del edificio.
  5. Ventilación controlada con recuperación de calor. El hecho de evitar las entradas y salidas de aire fortuitas, no está reñida con una exquisita ventilación de los espacios interiores. Los edificios Passivhaus cuentan con un sistema de ventilación controlada que garantiza de forma continua la extracción del aire interior viciado y su sustitución por aire limpio y filtrado procedente del exterior. Este proceso se realiza empleando equipos “recuperadores de calor” de alta eficiencia, que permiten atemperar el aire que se toma del exterior -demasiado frío o demasiado caliente, según las estaciones- transfiriéndole parte de la temperatura del aire que se extrae, antes de expulsarlo al exterior, evitando el derroche de energía de los sistemas de ventilación tradicionales.

Fotografía de Raúl Juan Sorita

Los arquitectos José Juan Sanz y José Miguel Segarra nos explican que desde que se construyera el primer edificio Passivhaus en 1990 en Darmstad (Alemania), se han certificado miles de edificios bajo este estándar por todo el mundo, albergando todo tipo de usos, adaptándose a las peculiaridades climáticas de su entorno en cada caso, y empleando con versatilidad los materiales y sistemas constructivos más adecuados. Aunque en España existen actualmente varios ejemplos de edificios Passivhaus situados en las zonas centro y norte de la península, su extensión a otras zonas geográficas es sólo una cuestión de tiempo. En este sentido, la Nueva Sede de la A.M. L’Amistat quiere ser un paso más en la consolidación de las bondades que aportan este tipo de edificios en climas templados como el Mediterráneo.

También destacan que todavía hay poca experiencia en la Comunidad Valenciana en el proceso constructivo Passivhaus y por ello, el estudio 8b arquitectura, es quien ha gestionado la contratación de todas las unidades de obra del edificio, actuando así la A.M. L’Amistat como promotora y constructora del mismo. Varias de las empresas participantes en la obra, han sido contratas muy especializadas en la ejecución de determinadas tareas.

Siendo el estudio 8b arquitectura conocedor de la calidad del trabajo de Germanía, con quien comparte valores de sostenibilidad, propuso que fuera nuestra empresa quien ejecutara las instalaciones de ventilación, climatización, fontanería, saneamiento, baja tensión, voz y datos, anti-intrusión, seguridad, control y minitorización.  Además, Germania de Instalaciones y Servicios, se encargará del mantenimiento de las instalaciones y de la gestión energética del edificio.

Desde 8b arquitectura destacan el valor de la colaboración de Germanía en la construcción de este edificio, porque somos una empresa habituada a trabajar bajo estándares de eficiencia como Passivhaus, LEED, WELL y BREEAM. Nuestra empresa cuenta con personal propio, tanto ingenieros como personal de obra (encargados y oficiales), altamente cualificados en cada una de sus especialidades y dispone de medios técnicos e instrumentación propia para la correcta ejecución de unas instalaciones tan exigentes técnicamente como las que ya disfruta en Quart de Poblet la Agrupación Musical L’Amistat.

Fotografías de Raúl Juan Sorita